En una jornada de tres días (14, 15 y 16 de febrero) se llevó a cabo el 1er Congreso Internacional “Impacto de la Desnutrición Crónica en el Crecimiento y Neurodesarrollo de Infantes y Adolescentes” organizado por el Colegio de Médicos de Pichincha en las instalaciones de la FLACSO Ecuador. El evento fue un espacio de encuentro entre profesionales de la salud, la academia, la sociedad civil, la empresa privada e instituciones públicas interesadas en el tema.
El Consejo Consultivo para prevención de la Desnutrición Crónica infantil (CCDCI) participó activamente en el Congreso. Durante el acto de inauguración, Boris Cornejo Presidente del CCDCI mencionó que “la desnutrición se genera en los primeros 1000 días de vida de una persona; pero afecta de manera inconcebible a toda la sociedad, marcando el futuro”, además, enfatizó el alto gasto que representa para el gobierno atender enfermedades derivadas de la DCI (44 millones de dólares), siendo una aflicción que se puede prevenir si se invierte en los primeros años de vida de un ser humano.
Impacto del CCDCI en el Congreso: ancestralidad, política de Estado y desafíos frente a la desnutrición infantil.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Asociación Vivir, entidades miembros del Consejo, abrieron el segundo día del evento con el tema “Ancestralidad y cultura alimentaria en el Ecuador, cambios hasta la modernidad”, donde se resaltó la importancia de comprender la cultura de cada territorio y fortalecer los hábitos alimenticios y de crianza con el fin de prevenir la DCI.
La Asociación Vivir presentó los principales resultados del estudio “Atlas Alimentario de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes”, y planteó que la clave para una buena alimentación en menores de 2 años, es conocer la cosmovisión de los pueblos y nacionalidades que existen en el Ecuador para lograr acciones efectivas desde la educomunicación. Por su parte, el PMA presentó el proyecto de “Comidas Escolares en Escuelas Rurales del Ecuador”, el cual promueve el consumo de productos y recetas ancestrales garantizando la alimentación nutritiva a niños y niñas, así como dinamizar la comercialización de estos productos entre los pequeños productores de las zonas rurales.
En el tercer día del evento, el Consejo Consultivo DCI lideró el panel sobre “El Estado y la desnutrición crónica infantil, política de Estado, planes y programas”, en el cuál participó la Ing. María José Pinto, representante de la Secretaría Ecuador Crece sin Desnutrición Infantil (STECSDI) y el Econ. Nelson Gutiérrez, representante del Banco Mundial.
En este espacio se destacó la necesidad de focalizar las acciones en las zonas con mayor prevalencia de DCI, instaurar procesos de educomunicación para cambio de comportamiento con mensajes adaptados para cada zona de intervención, fortalecer las alianzas estratégicas entre gobierno – academia – organismos no gubernamentales – empresa privada y la institucionalización de la política de Estado por la lucha contra la desnutrición crónica infantil.
Por otro lado, se subrayó los diversos desafíos que enfrenta Ecuador en su combate a esta problemática, entre ellos, la adecuación cultural del paquete priorizado a la cosmovisión de pueblos indígenas, el registro de identidad y acceso a cada niño nacido en Ecuador al paquete priorizado, y la consolidación de la reforma en la asignación de recursos en función del número de gestantes y niños en cada punto de atención al ciudadano.
Este congreso ha sido un punto de encuentro para discutir estrategias integrales y colaborativas que aborden de manera efectiva el desafío de la desnutrición crónica infantil en Ecuador. El evento culminó con una serie de acuerdos y conclusiones entre los GAD’s Cotopaxi y Quito, la STECSDI, la Embajada de la Unión Europea, la Universidad Santander y el Consejo Consultivo DCI, donde se enfatizó en la importancia de actuar en minga para prevenir y reducir la DCI.