La desnutrición crónica infantil es un problema de múltiples manos

Consejo Consultivo

Cuidados, derechos, servicios o recursos. La desnutrición crónica infantil es una problemática multifactorial y que afecta a dos de cada 10 niños menores de 2 años en Ecuador. Los primeros 1000 días son cruciales.

Ese lapso corre desde la gestación, lo que implica que no se pueden perder de vista los controles médicos, la ingesta de los suplementos vitamínicos, entre otras acciones.

Tras el alumbramiento, el acompañamiento no significa, exclusivamente, una adecuada lactancia, sino también el acceso a agua segura, revisiones periódicas, así como el control de peso y talla. Aunque la falta de recursos es un puntal, la desnutrición crónica infantil no es exclusiva de los estratos socioeconómicos bajos. De hecho, en Ecuador, un 15% de esta realidad se ubica en el quintil más rico del país.

 En Ecuador está operativa la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil. Según datos de la institución, en un año, la problemática disminuyó del 20,1% a 19,1% en menores de 24 meses.

Campañas, trabajo en territorio y alianzas son parte del combate de esa realidad. Sin embargo, la huella de la desnutrición está fresca. Más todavía si desemboca en el retraso de toda una sociedad, con desarrollo físico deficiente, enfermedades infecciosas, no transmisibles, bajo desempeño escolar y laboral, entre otros males.

Ecuador es el primer país de Sudamérica con mayor prevalencia de desnutrición crónica infantil. Entonces, ¿cuáles son las alertas y quiénes los llamados a actuar? ¿Los cuidadores son los únicos responsables o lo es un Estado que aún no logra cristalizar una solución de raíz?

 

 

 

Categorías