Quito, octubre 2024.– Ecuador continúa enfrentando un grave problema de Desnutrición Crónica Infantil (DCI), afectando al 19.3% de los niños menores de 2 años, de acuerdo con la Encuesta Especializada sobre Desnutrición Infantil (ENDI 2023-2024). Este problema golpea especialmente a las zonas rurales, con la Sierra rural registrando un 2.7% de casos, mientras que provincias como Chimborazo (35.1%), Bolívar (30.3%) y Santa Elena (29.8%) se encuentran entre las más afectadas. La situación es aún más crítica para la población infantil indígena, donde el 33.4% de los menores de 2 años padecen DCI.
El Consejo Consultivo para la prevención y reducción de la Desnutrición Crónica Infantil, creado mediante Acuerdo Ministerial en 2022, ha emitido importantes recomendaciones tras su trabajo de los últimos dos años. Uno de los puntos clave es la necesidad de un liderazgo fuerte y constante desde la Presidencia de la República, lo cual es fundamental para movilizar esfuerzos a nivel nacional y garantizar que la lucha contra la desnutrición sea una prioridad real que se refleje en acciones concretas. El respaldo institucional, político y financiero debe ser sostenido para asegurar que las políticas implementadas tengan un impacto duradero en la vida de los niños y niñas más vulnerables.
El Consejo también ha señalado que la aprobación de la Ley Orgánica de Protección Integral para Niñas y Niños de Primera Infancia es esencial para consolidar una respuesta coordinada que proteja los derechos de los menores de seis años. Esta ley permitiría mejorar la articulación entre los distintos actores involucrados, tanto del sector público como privado, organizaciones de la sociedad civil e internacionales. La sostenibilidad de la lucha contra la DCI requiere, además, de un flujo constante de recursos financieros, que permita garantizar servicios públicos de calidad y un seguimiento eficiente de los avances logrados.
El Consejo Consultivo destacó, durante la presentación de su informe de rendición de cuentas, que el enfoque debe ir más allá de los problemas inmediatos de salud y abordar también las causas estructurales de la pobreza, el desempleo, la inseguridad, una adecuada provisión de agua en territorio, mejorar los niveles de educación de las madres, prevenir el embarazo adolescente, que agravan la situación de desnutrición.
Desde el inicio de la Estrategia Nacional “Ecuador Crece Sin Desnutrición” en 2020, el país ha logrado reducir la DCI del 23.6% al 19.3%. No obstante, el desafío continúa ya que Ecuador se ubica en cuarto lugar de los países de América Latina con mayor índice de DCI, detrás de Guatemala, Haití y Honduras.
El Consejo hace un llamado a todos los sectores a unirse a este esfuerzo nacional para garantizar que ningún niño en Ecuador sufra las consecuencias devastadoras de la desnutrición. Con un enfoque integral y una movilización efectiva de recursos, es posible transformar el futuro de la niñez ecuatoriana, construyendo una sociedad más justa y equitativa.